Cuando eres niño no tienes consciencia de ti mismo siendo persona. Hasta que justamente llega el día que eres consciente de ti mismo como ser humano que vive en el mundo. Que vive y muere. Que hace pis y caca. Ni yo entiendo lo que acabo de escribir, pero como que algo se intuye. Por esa consciencia de uno mismo nos distinguimos de los animales. Por eso y porque podemos resolver captchas.
Total, que eres un mocoso de mierda con mucho tiempo libre, llega ese día tuyo de espiritualidad y empiezas a hablar contigo mismo de tu existencia y de la de los demás:
- Ay que ver! Que los reyes magos no existen, el ratoncito Pérez no existe y Dios tampoco existe, pero ve tu ahora y diles que no quiero los regalos de la comunión, ahora no los voy a molestar pa eso, bueno venga, que Dios si existe en verdad.
Ah! Leticia Sabater si existe y por ahora está buena, pero no sé cascármela (aun). Bueno un día me toqué el cacahuete y no me desagradó del todo, pero manché los calzoncillos y mi madre me castigó dos tardes enteras sin salir.
El mundo ya no es de colores, se ha vuelto gris y está nublado JODER para mí que he madurado. Eso o me he quedado ciego de tocarme el cacahuete.
Sisisisi, estoy segurísimo, esto es madurar.
Bueno pues ya que soy maduro, hice la comunión hace un mes, odio a mis padres, a los playmobil ya apenas les hago caso, me compro barbies para olerle las bragas... Yo creo que ya cumplo todos los requisitos para tatuarme un tribal en el hombro.
-EL DÍA QUE MADURÉ Y LUEGO NO-
Fui a ver a mi madre (a la cocina donde si no) a explicarle que había madurado.
Le dije que ya era consciente de mi propia existencia, que sabía que yo solo era una hormiguita dentro del hormiguero del universo y que las vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir. Y ya le dejé caer lo de que soy maduro y que quiero mi tatus tribal to guapo in the shoulder.
Y mi madre me contesto:
- De puta madre hijo "mio" pero ¿Has pensao que el tribal en el hombro te va a quedar regular con la cara de gilipollas?
De madurar Ok pero de tatuajes aquí, bajo mi techo, de mi cocina y del resto de mi casa, que algún día de estos me daré una vuelta a verla, pero no puedo porque no tengo tiempo, porque me tenéis aquí de esclava de to el mundo...*
QUE DE ESO NANAI DE YOPLAIT
*No se si esas fueron las palabras exactas
Insistí una, otra vez y otra vez hasta que de repente un padre salvaje apareció en la conversación desde la otra punta de la casa:
- Ven, corre, ven. Que tengo yo aquí una máquina de las de hacer tatuajes de esos.
Yo pensando, ya de camino al meeting point con mi padre, JODER el mejor día de mi puta vida. Mañana verás tu cuando llegue a clase con un tatuaje, les va a chorrear el chichi a todas las niñas de mi clase. Aunque aun no se si eso de chorrear es bueno o malo.
Por supuesto lo que mi padre tenía no era una máquina de hacer tatuajes. lo que tenía era un guantazo con dedicatoria.
Y tuve la mala suerte de que fue a dármelo y lo esquivé.
...**
**Silencio absoluto
Esquivar los guantazos de un padre viene en el articulo 1 de "el código de los samurais". Es ingrato y de no tener honor. Si tu maestro considera que debes recibir un buen guantazo, debes recibirlo sin rechistar. Si no cumples, esto se traduce en tres o cuatro guantazos más añadidos al castigo inicial. El castigo de madurar.
Todo el mundo que es un samurai sabe de "el código del samurai".
Te lo enseñan en segundo de samurai. Porque el primer año de samurai es más cultura general y conceptos básicos. Es más para hacer una criba: algunos pueden seguir siendo samurais y otros pueden estudiar derecho.
Yo que más que samurai era un poco gilipollas, sabía de "el código" porque mi padre me habló de este el día que encontré una cinta porno detrás de una colección de libros de Agatha Christie.
Ese día también fue un día muy gris. En esa cinta vi cosas muy desagradables. Era una cinta muy parecida a la escena esta en la que Jim Carrey sale sudando del culo de un rinoceronte robot en Ace Ventura. El video era esa escena pero una y otra vez y con muchas pollas.
Desde que vi esa cinta solo quería salir al recreo para tocarle el culo a las niñas. Pero las niñas sabían que no era un samurai de verdad, que en realidad era un poco gilipollas y que yo iba a acabar estudiando derecho.
Lo que no sabían es que ya era maduro.***
***En realidad no
